El perfil del oficial del Compliance Officer es cada vez más importante en las empresas españolas. Según la Asociación Española de Cumplimiento Normativo (ASCOM), el 75% de las empresas de más de 200 empleados ya cuentan con un sistema de cumplimiento o tienen previsto hacerlo en los próximos años, pero una cuarta parte aún lo tienen. Como recuerda Silvia Ensenata de Carlos, presidenta de ASCOM: “El oficial de cumplimiento es la persona de la empresa responsable de la gestión de riesgos específicos. Es responsable de controlar, detectar y prevenir malas prácticas dentro de la empresa, así como de crear una cultura corporativa en el que se integran la ética y las buenas prácticas en todas las actividades de la empresa. Debe ser alguien que demuestre valores como la integridad, el compromiso, el liderazgo, la comunicación efectiva, la capacidad de persuadir para que sus propuestas sean aceptadas y un profundo conocimiento de las empresas para las que trabaja.
Por ello, cree que “siempre me ha gustado definir a este personaje como alguien que defiende los intereses de terceros (clientes, proveedores, sociedad en general) en la empresa. Se diferencia de un abogado en que su función principal es defender a la organización misma ya sus directores y funcionarios. Los oficiales de cumplimiento normativo, por otro lado, se enfocan no solo en «lo que se puede hacer» sino también en «lo que se debe hacer». Su presencia en la empresa es fundamental para evitar responsabilidades penales, y son fundamentales para afrontar los retos futuros, poder mantener una buena reputación y evitar riesgos económicos, legales y sociales en la organización. Por eso es importante. La cuestión es resaltar el valor de esta figura y profesionalizarla, porque «no todo el mundo puede practicarla». La epidemia ha cambiado las necesidades de las empresas y la necesidad de oficiales de cumplimiento está aumentando, pero mientras más empresas se unen a los oficiales de cumplimiento, todavía hay empresas sin oficiales de cumplimiento.
Se acerca el cumplimiento normativo para las empresas
Como describió el secretario de la junta de ASCOM, Francisco Bonati, «los números cambiaron muy rápidamente y con ellos llegaron los desafíos». En el contexto, se trata de “un fenómeno que ocurre al final de los siglos y al final de una etapa en la historia de la humanidad. En la entrada p. XXI tiene lugar en un momento en que el paradigma económico y social posterior a la Segunda Guerra Mundial está experimentando profundos cambios como consecuencia del fin de la Guerra Fría y la consolidación de la globalización.
Por ello, los expertos consideran que este entorno globalizado del siglo XXI ha creado nuevos riesgos socioeconómicos y amenazas globales, por lo que se debe seguir impulsando un nuevo enfoque de autorregulación y sociedad civil que promueva la regulación legislativa.
Tendencia de los países
Según los expertos, aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, destaca la evaluación de los programas y sistemas de cumplimiento normativo en el contexto de los procesos penales, el desarrollo de estándares de sistemas de gestión de cumplimiento en materia de libre competencia y estándares de sistemas de gestión en esta materia en la sociedad. El área de trabajo, también integra adecuadamente los requisitos de la legislación nacional de protección de denunciantes en los planes organizativos. Como hemos visto, aunque se ha avanzado, queda mucho camino por recorrer.
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